domingo, 12 de diciembre de 2010

Anatomía de la desidia [Blanca Hernández]

Anatomía de la desidia


En el día de mis cuarenta y un años, perdóname Gabriel, y que si pueden me perdonen también tus putas tristes, 
no quise regalarme cualquier noche de amor, con una ajena, adolescente virgen.
(Yo jamás.
Eso es obvio.
Pero ¡qué hermoso inicio para un libro!)
La víspera en que nadie me  cantara, esa muy repetida y ya de hecho intolerable cancioncita, que celebra sin causa este llegar al mundo, que no fue culpa nuestra ni buscamos; ni a la postre pudimos elegir,
estoy sentada.
Quieta en mitad de mí,
sola como es preciso,
escucho que el teléfono se revienta de timbres.
Sé que eres tú.
O  lo invento,lo sueño, lo fabulo.
En este día apenas iniciado,
remontando el hastío de un Domingo
 -cómo odio los Domingos!-
dejo que me entristezca no escucharte,
mientras te escucho hablar con otra voz,
diferente a la voz que reconozco y me sostiene.
El teléfono estalla.
Sé que eres tú.
(O lo sueño, lo fabulo, lo invento)
La rutina que implica mi silencio,
hace que este dolor se vuelva agua,
rellenando por fuerza y por costumbre,
el agujero hostil, en que me he convertido.
(Sin quererlo,
¿acaso sin notarlo?)
Un agujero y nada.
Un agujero roto.
Trsiteza descosida y miedos incompletos.
Rabia sin terminar.
Soy eso: un agujero....
O ¿alcanzará lo poco que me queda para llegar a ser, al menos,eso?
Reconozco las luces apagadas que me miran sin verme.
Antes allí,
fueron sus ojos,
un país misterioso y deslumbrante,
un puerto hecho de ala y horizonte.
Antes allí
sus ojos,
hacían volar los papalotes que olvide en el camino a este minuto.
Donde esas luces apagadas develan hoy la soledad,
la oscura decadencia de mi signo,
el peso inexorable de la ausencia, antes,
eran sus ojos; magia capaz de convencerme de que la magia existe.
Eran antes,
sus ojos,
la dulzura inocente que me brindo el otonho,a pesar de las muchas estaciones prestadas.
Eran sus ojos.
Antes.
El viaje impredecible a la nostalgia, abrazos tibiecitos que hacían mansa mi angustia.
Sus ojos.
Simplemente.
El teléfono suena, ya no sueño y hay un poco de mí que se despide.
Sólo esta oscuridad es lo que tengo.
El agujero triste que me ocupa.
La oscuridad.
Domingo cuesta abajo donde no me prodigo ni me cuento.
Antes eran TUS ojos.
Era la vida entera que bailaba.
Cargo sobre la espalda  las luces apagadas,
que se roban lo cierto que tiene la esperanza,
tornándola en patético lamento pusilánime,
que es más cursilería que otra historia de amor,
y desamor.
Antes.
Eran tus ojos.
Ya es mañana.

Blanca Hernández
Cubana. Escritora.
                                                                                             OCTUBRE/12/2008

viernes, 10 de septiembre de 2010

De auroras [Ross Urich]



De auroras
(Para ti)




Cuando duermes,
bajan nubes a abrigar
el deambular taciturno
que emprenden tus sueños,




un arco iris con ecos
define los colores
del perfume derramado
en tus latidos,




cuando duermes,
las huellas de tu voz
guardan su esencia
en los recuerdos que se temen
ya perdidos




y un torbellino de auroras
se luchan el turno
de tu luz,
aguardando ante tus ojos
como soles
antes de despertar.




















Ross Urich
10-09-2010

domingo, 15 de agosto de 2010

Cuento V [Ross Urich]

Cuento V




Traje ladrillos en la voz
para que
antes de tocar a tu puerta
y abras,
me permitas de nuevo
construir tu casa.


¿Acaso no te abruma esta intemperie de silencios?



Ross Urich

jueves, 25 de febrero de 2010

Allá

Allá


desguarnecido
el viento
perdió mi voz
en medio del mar
allá
quién sabe dónde
alguien
encuentra un eco
sin memoria


Migdalia B. Mansilla R.
Febrero 24 de 2010

jueves, 28 de enero de 2010

Para Migdalia (Met Barris)

Para Migdalia


brillan lunas sujetando nubes,
quizás aúllan nubes
brillando en lunas
en la contrastada dejadez
de este desastre.


unos cuantos y yo
nos quedaremos aquí
para ver y para contarte,
guardándote el sitio
hasta que vuelvas,
mirándonos entre las hogueras
igual que antes


larga vida al sueño, Mig
y sólo las palabras justas


el cormorán partió ya sin rumbo,
la noche se ungió de pautas,


aquí seguimos, locos,
ignorados cerca del río
mojados por el agua de la voz
en la que nos faltas








para Mig
sta. pça 07/07/2.009
01,17


escrit a les fosques de la quasi lluna plena
(escrito a oscuras de la casi luna llena)




Mil gracias querido amigo. ¡Poeta!
Migdalia