sábado, 17 de enero de 2009

Ella no sabía


Ella no sabía



Ella no sabía, no tenía idea cuando colocó suavemente su corazón en la cuenca de las manos de él, -advirtiéndole, con todas las advertencias posibles de advertir en estos casos-, que lo perdería, que su corazón sería estrujado, destrozado hasta morir.


Ahora, anda con un corazón prestado, mientras, le rehacen el suyo, con un trocito que encontró tirado "al rescoldo de una columna quebrada" mientras agonizaba, porque le dijeron que desde ese trocito era posible ir colocando implantes, e implantes, hasta dejarle viviendo, al menos sin tanta tristeza arrastrada.
Ella no sabía, de verdad que no sabía, que él no era el que esperó por tanto tiempo para escuchar el acompasado adagio de sus almas, aleteando libres en el amor sin tiempo.



¡No! Ella no sabía.





Firman:
Mis yo, tratando de sobrevivir con un corazón prestado y de paso... ¡de silicona!
17/01/09
El encomillado pertenece al poema "Nada me pertenece": Migdalia B. Mansilla R.