lunes, 9 de febrero de 2009

El espejo (cuento)



El espejo



La habitación a media luz, un perchero clavado en la pared, un reloj cucú que cantaba a deshora, las horas, algunos libreros, un secreter.
En un marco de caoba guindaba un espejo. Pasaban los días y alguna cosa extraña estaba aconteciendo. Alguien se asomaba desde el espejo. A veces sólo se atisbaba a ver, un perfil; otras veces, medio cuerpo. En alguna ocasión los ojos escudriñaban el cuarto, como tratando de encontrar lo que no se ha perdido. En otras, la imagen corría de un lado a otro jugando a no encontrarse.
Un día después de eternos días, el espejo se estremeció, una mano salía de él lentamente, desperezándose, luego los brazos, las piernas tambaleantes. El cuerpo cayó al piso, era una mujer, se sacudió la falda, alisó los cabellos y comenzó a buscar un estuche de madera forrado en fieltro rojo. Movió los libros, abrió las gavetas. Nada. De pronto el cuerpo comenzó a desfallecer, el tiempo se acababa. La hora marcada estaba llegando.
Volvió su mirada ya lánguida al secreter y recordó, detrás de las cartas, al final, sí, al final estaba el estuche, cómo era posible que lo hubiera olvidado. Como pudo con las fuerzas perdidas logró abrirlo. Allí estaba, reluciente, palpitante, lo tomó con cuidado, abrió su blusa de encaje blanco, metió su mano en el pecho y se colocó el corazón.
Se abre la puerta de la habitación y un haz de luz intensa la ilumina.
_Querida mía, al fin te encuentro. Te esperábamos para cenar. Qué joven y hermosa te ves. Pareces otra.
Ella, sonriendo lo toma del brazo y le sigue hasta el comedor.
La habitación vuelve a las penumbras, el cucú anuncia la media noche.
Desde el espejo un rostro cansado y viejo se asoma, tratando de encontrar la máscara que se le perdió.



Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: ¿la fecha? depende, del cristal con que se mire.
Fecha: Enero 29 de 2006

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy, muy bueno, amiga, realmente fantástico.

Un abrazote,
José Maldonado

Liliana V. dijo...

QUÉ PRECIOSA HISTORIA MIGDALIA; sabes que siempre es un placer leer algo tuyo.
besos grandes
Liliana

Migdalia B. Mansilla R. dijo...

Viniendo de ti, amante de los cuentos y excelente narradora de ellos, tu comentario es el mejor de los halagos.
¡Gracias amiga querida!

Besos,
Migdalia

CANTACLARO dijo...

Excelente relato Migdalia.

Saludos colombianos,

Ana Lucía

___________

Pedro Pablo Pérez S dijo...

Linda historia mi querida amiga... un gusto pasar por la botica y encontrar la buena medicina.

Un abrazo

Elisabet Cincotta dijo...

Como siempre leer tus textos es un placer.

besos
Elisabet