lunes, 9 de junio de 2008

En el laberinto del vivir





En el laberinto del vivir






Camino en un laberinto de muros altos y paredes gruesas, que no dejan paso de luz exterior. Miro hacia arriba y encuentro allí la posibilidad de elevarme y liberarme de las serpentinas de este juego infernal, pero no tengo alas, ni pértiga alguna para poder saltar.
Caminar primero y correr después en la angustia de no encontrar el paso que me lleve a la puerta de entrada, que es la misma que da la salida y que me liberaría de esta cárcel que me hace volver y encontrar los callejones cerrados que me dicen, que las metas se luchan en los vericuetos de la vida que nos toca vivir.
Mis manos tropiezan, arañan y se hacen jirones, se descarnan las uñas. Los pies desnudos se encallecen de tanto andar sin saber si al final, se muere una, ante la puerta de la libertad.
Encerrada estoy como pobre conejillo de indias, experimento absurdo, tenaz, para saber del instinto que se pretende inteligente y que no pasa de ser un intento de supervivencia.¡Cuántas veces no nos hemos sentido inmersos en esos laberintos sin salida alguna!
¡Si sólo escucháramos alguna señal!
¡Si sólo vislumbráramos alguna luz que guiara!
¡Si sólo dejáramos que los sentidos hablaran!
Quizás tropezaríamos con la salida fácil,que al mirarla bien, ni puerta tenía...

¡Si sólo supiéramos del minuto siguiente!


Migdalia B. Mansilla R.
Mérida, 13/01/2003

9 comentarios:

Pedro Pablo Pérez S dijo...

Y es cierto que es un laberinto, con caminos enroscados y veredas ocultas, donde los pasos confusos nos llevan a lo incierto.

Válida reflexión mi querida amiga

Hechadesilencios dijo...

La salida fácil la ven los orates o los Ángeles, los pobres mortales sufrimos de los delirios de encontrar, de encajar, de” imposiblar”...¿No se dice así? bueno...permítame la licencia para decirlo pues. La beso siempre
Hechadesilencios

Liliana V. dijo...

si supieramos del verso e instante siguiente... todo sería distinto.
Un beso.
Liliana

Catalina Zentner Levin dijo...

Mientras aguardo que me traigan al pequeño diablillo que cuido los martes, me recreo en la lectura de tu prosa , encuentro en ella muchos de mis interrogantes, más de una vez me perdí en laberintos y busqué salidas que no hallaba...
Como siempre, tu prosa certera y reconocible llega muy hondo.
Escrito en el año 2003 y con abrumadora vigencia en 2008.

Migdalia B. Mansilla R. dijo...

Pedro, qué gusto tenerte en la Botica, visitando los anaqueles y leyendo lñas etiquetas de la vida. Gracias.

Besos,
migdalia

Migdalia B. Mansilla R. dijo...

Mi querida Elba, silenciosa con voz de trueno. Te concedo razón en tu decir y sentir. Y que ¡vivan las licencias literarias!, asi surgen nuevos términos, y los tuyos, dejan huellas. Gracais por la caricia de tu cariño en tus besos de siempre.

Abrazo apretado.
Mig

Migdalia B. Mansilla R. dijo...

Liliana amiga, tocando la tecla adivinatoria del futuro en conjuros de versos e instantes de tiempos, para cambiar este mundo tan raro y dificil.

Gracias por acudir con tu palabra.

Besos,
migdalia

Migdalia B. Mansilla R. dijo...

Catalina, identificarse con el escritor en sus decir es ya el logro máximo para éste. Gracias por tus conceptos generosos y a veces creo, inmerecidos, traidos por el afecto y admiración mútua.

Besos,
Migdalia y que el pequeño diablillo cada vez más alto y mayor, te sea de grata compañía, al fin, tu nieto te mira con ojos de sol y luna.

Anónimo dijo...

Desde mi perspectiva la ultima línea que redactas funciona bien, cual será el siguiente minuto...... eso es absurdo desde el espacio - tiempo en el q nos movemos, a lo cual el futuro siempre será imperceptible, es como el cotidiano, funciona dentro de nuestro contexto, creo, de diferente manera, alo cual hay acciones que permean nuestra vida las cuales afectan el existir. Laberinto es la metáfora de esa afectación que no vemos socialmente.....
DE JOS L J321L@hotmail.com