Muchas veces me he puesto a pensar en lo que significa la frase , TERCERA EDAD, muchas veces he pensado en lo que trae consigo tales palabras.
Tercera: tercer lugar, a ¿tres puestos más atrás? O..quizás ¿tres puestos hacía delante?
Me niego a pensar que en las Olimpíadas de la Vida vamos recogiendo la medalla de bronce.
Me niego a pensar que en nuestro tiempo de hoy seamos vistos como unos seres extraterrestres que venimos del pasado y que no pertenecemos a este "aquí y ahora" que es la vida.
Leí hace mucho un artículo sobre la marginalidad que me hizo reflexionar sobre los valores, que con el andar del tiempo han ido cambiando en las sociedades de hoy.
No sólo el indigente, el vagubundo de las calles, el que vive a rastras por las grandes o pequeñas ciudades del mundo es un marginal.
Marginal es todo aquel que no cumple con los estereotipos establecidos por los "otros" y que nos hacen a los gordos, discapacitados, enfermos o viejos, unos marginales de la vida.
Esto es injusto pero es una amarga realidad.
Por ello, todos los que hemos llegado a esta maravillosa edad de los cincuenta o más, a todos los que orgullosamente llevamos nuestra eterna juventud de corazón, les invito a que elevemos nuestras voces y hagamos que los "otros" entiendan que "todos" somos una misma especie, y que el llegar a tener más años no nos hace menos, ni tampoco más, por el contrario, al arribar a estos tiempos "dorados", caminamos más despacio porque vamos sorbiendo paisajes, vamos escuchando la vida, vamos siendo la memoria viva de la sociedad a la cual pertenecemos.
Somos capacidad e inteligencia; si estamos de retiro es de nuestros puestos de trabajo, no de la vida. Si nos miramos al espejo quizás nos encontremos con las llamadas "líneas de expresión," pero deben entender que esas líneas son el reflejo vivo de que Dios existe, porque muestran horas andadas , vivencias inmensas, historias grabadas en la piel, y sobre todo, que aún seguimos sobre la tierra.
Así que ¡vamos!, lleguemos juntos a la meta, ganemos todos, la Medalla de Oro.
Migdalia B. Mansilla R.
Un día de 2001
2 comentarios:
Querida Mig, como poeta que sois,suavizas la verdad de las cosas de tal manera, que da gusto lerlas.
¡La tercera edad ¡ A ésta edad ya no te dan medallas ni de bronce.Al final de la Olimpiada ya no tienes a nadie que te aplauda,ni quien mitigue tu sed. ¡ Ya no eres nádie¡ Estas al favor del viento. Un abrazo Lola
ay amiguita
que gusto recordar Jubilatas
donde nos conocimos...en buena hora
un beso y muchas bendiciones y muchos exitos de
Xiomara Pagés
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